[Egresados] Reflexión
Roberto Varela
varelar en fcal.uner.edu.ar
Mar Jun 30 09:28:18 ART 2015
Estimados compañeros todos:
Me permito reflexionar brevemente sobre un acontecimiento que me
conmueve. Días pasados nuestro Consejo Directivo voto por la realización
de un juicio académico a un colega por una falta, error u omisión de
carácter administrativo en una declaración jurada y que fuera detectada
por el Ministerio y comunicada a la Universidad. Ese sería el origen del
planteo del Juicio. Las reglas están y se deben cumplir pero para
ponerlas en práctica los problemas deben tener una forma y una
correlación y en este caso el tema es administrativo y no académico.
Cualquiera que busque antecedentes de juicios académicos encontrará que
los mismos vienen precedidos de debates muy intensos con todos los
ingredientes que se les quieran incluir. Aquí no hemos tenido la
oportunidad de debatir, opinar o aportar. Si bien el Consejo nos
representa, la facultad somos todos y ante tamaña decisión se debió
haber recurrido cuanto menos a los departamentos a fin de dar corpus a
una difícil decisión. Temas menores, si los hay, han sido tratados de
esa forma.
Pero lo más serio, es que para adoptar la decisión se avasalló un
principio que tiene 97 años, que ha costado muchas vidas y mengua las
defensas del cuerpo universitario. Es el principio insoslayable de la
autonomía universitaria. Hay por lo menos dos factores que explican el
tema. El primero es que si la advertencia de la falta, error u omisión
provino del Ministerio de Educación quiere decir que provino del Poder
Ejecutivo. Por lo tanto se debió tomar el tema y dejar muy claro que el
trámite siguiente es en el ámbito Universitario. Hay que ser claros, si
algún poder constitucional de la República no debe intervenir en las
decisiones de la Universidad es el Poder Ejecutivo. Esté quien esté.
Si actúa el Poder Legislativo que norma o el Judicial que tutela los
equilibrios pero no el ejecutivo que tiene siempre la difícil y a la vez
opinable tarea de ejecutar. Cualquier colega que lea esto podría
conjeturar lo que le espera si por ejemplo se equivocó en la confección
del CVAR que es una declaración jurada.
El segundo punto en cuestión es que, si nuestra norma máxima, el
estatuto universitario, no contempla otro camino para el tratamiento de
este u otros temas, pues en ejercicio de nuestra autonomía debemos
buscar la forma urgente de reparar ese bache de inmediato y rescatar al
que se cayó en él y no permitir que se hunda en el mismo por acción u
omisión. Si bien el estatuto no tiene perfeccionado el tratamiento del
tema en cuestión tampoco nos obliga a tomar medidas extraordinarias en
razón de su propia falla.
Les pido a mis colegas del Consejo que retomen el tema, siempre hay
tiempo para la reconsideración, la reflexión y el amparo. Estemos
seguros de haber trajinado, explorado, agotado todas las instancias de
diálogo entre todos los que debieron y deben intervenir para poder
demostrar y demostrarnos que no en vano ocupamos lugares en el escalón
más alto de la educación del país donde el ejercicio de la critica en
función de la razón tiene como obligación arrojar luz sobre nuestras
miserias y no regodearnos en ellas.
Pidamos a nuestros colegas de la Universidad la reforma del estatuto que
es un acuerdo de partes y un procedimiento de reglas de garantía para
los universitarios y así evitar cuanto menos, desvíos, interpretaciones
erróneas o la sobre valoración de los acontecimientos.
Defendamos la Autonomía Universitaria.
Roberto Alfredo Varela
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